"Lo importante no es lo que hicieron conmigo...


sino lo que hago yo,

con lo que hicieron conmigo"

Sartre





"Yo he de ayudar a hacer visible su propio mundo...eso es todo"

"Yo he de ayudar a hacer visible su propio mundo, eso es todo"

“- Es para mi una alegría, querido Harry, poder hacerle a usted hoy un poco los honores. Muchas veces ha estado usted muy cansado de la vida; usted se afanaba por salir de aquí, ¿no es verdad? Anhelaba abandonar este tiempo, este mundo, esta realidad, y entrar en otra realidad mas adecuada a usted, en un mundo sin tiempo. Hágalo usted, querido amigo, yo le invito a ello. Usted sabe muy bien donde se oculta ese otro mundo, y que lo que usted busca es el mundo de su propia alma. Únicamente dentro de su mismo interior vive aquella otra realidad por la que usted suspira. Yo no puedo darle nada que no exista ya dentro de usted. Yo no puedo presentarle ninguna otra galería de cuadros que la de su alma. No puedo dar a usted nada: solo la ocasión, el impulso, la clave. Yo he de ayudar a hacer visible su propio mundo... eso es todo.”

Hermann Hesse "El lobo estepario"


Quien soy y que hago...

Claudia Hernández

Soy Lic. en Psicología, egresada de la UBA.
Me formo como terapeuta gestáltica con Kita Cá y Elsa Lanza en la Casa de Floresta.
En el camino de mi evolución personal, he participado en el seminario teórico-vivencial correspondiente al Programa Internacional SAT I, II, III y IV bajo la coordinación general del Dr. Claudio Naranjo.
Actualmente trabajo en la Casa de Floresta, y en mi consultorio particular de Villa Devoto, atendiendo en forma individual y co-coordinando grupos mixtos, donde se integran la Psicoterapia Gestáltica y las Escenas Teatrales.


martes, 14 de junio de 2011

Terapia Gestáltica y Juegos Teatrales












El trabajo psicoterapéutico con escenas teatrales,
es una maravillosa herramienta creada por mis
queridas maestras, Kita Cá y Elsa Lanza.

En ella se integran:

La Psicoterapia Gestáltica,
que además de una herramienta terapéutica,
nos ofrece una filosofía de vida,
un nuevo modo de vivir,
una nueva manera de estar en el mundo…

Dentro de este marco,
se propicia el despertar de los sentidos…
la conciencia del momento (darse cuenta)…
la permanencia en el presente…
la propia responsabilidad de los procesos en curso…
y la confianza en la sabiduría intrínseca del organismo como totalidad.

Para ello, se antepone
la espontaneidad al control…
la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso…
el sentir, a la racionalización…
la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos...

y se confía en el poder sanador
del encuentro “profundo y verdadero” entre dos personas,
donde se borran las fronteras sanador-enfermo,
asumiendo el terapeuta,
la posición de un observador
involucrado, vivo, resonante...

Los Juegos Teatrales,
integrados en el espacio terapéutico,
favorecen la expresión espontánea y la imaginación creativa,
y nos dan la posibilidad de vivenciar la psicoterapia,
como un proceso dinámico en el aquí y ahora de la escena,
nunca estática, siempre en el suceder…

“Experimentar facilita vibrar en el tono que nos es propio
y al mismo tiempo armonizar con los demás…
así cada uno va reflejando al otro y simultáneamente,
reflejándose en todos…”

lunes, 13 de junio de 2011

Lo que ellas dicen...



Fragmentos del libro

"La multiplicación de los espejos".
(Kita Cá y Elsa Lanza)


"Los ingredientes no son nuevos: por un lado la Psicoterapia Gestáltica y por el otro los Juegos Teatrales. Tal vez lo creativo estuvo en como se fue integrando y a su vez como esto nos fue transformando a nosotras."

"Un niño que no juega se enferma, pero un adulto que no juega, también se enferma, inmerso, prisionero en una red de roles, limitado por su quehacer y por el lugar que ocupa en la situación social que le toca vivir."

"Así nos fuimos dando cuenta que al actuar los roles, las personas se liberaban de inhibiciones. En escena, estas inhibiciones representaban obstáculos, mandatos que se mantenían vigentes y les iban diciendo que podían o no, ver, oír, pensar, hacer.
Por supuesto que tales mandatos permanecen inconscientes y la persona cree que está decidiendo por sí misma, cuando en realidad esas voces la están dirigiendo."

"En los personajes de las escenas teatrales se recrean situaciones, gestos, expresiones de la vida cotidiana, onírica, anímica, que son comunes a todos. (...)
Al entrar en acción dentro de una escena, todos los elementos –gestos, emociones, pensamientos– adquieren actualidad y vibran, se revitalizan."

"Nosotras mismas fuimos alcanzadas por las escenas, vimos, como fuera del grupo, en cualquier circunstancia de la vida cotidiana, algo podía hacer resonar esas “cuerdas” que habíamos afinado en el trabajo terapéutico con escenas."

"Hay personajes que sentimos acordes, otros nos disgustan, pero muchas veces son estos los que encierran a la mayor riqueza y nos dan la respuesta a las cuestiones que la vida nos plantea. Forman parte de nuestra sombra."

"Es a través de la acción que se rescata lo positivo del rol rechazado."

"Otros de los sentimientos es el ridículo, el ridículo libera y permite atravesar la capa de roles socialmente “admitidos" y llegar a lo mas auténtico de nosotros mismos."

"Fuimos experimentando con las escenas, de esa forma nos hemos adentrado en una suerte de alquimia, ocupar el lugar del otro, vestirse como el otro, moverse como él, era descubrir aspectos míos desconocidos o evitados (…)
Era como cambiar de dimensión sin perder la identidad y sin embargo, no sentirse uno mismo."

"Hasta ahora nuestra tarea ha consistido en tratar de que “el otro” se de cuenta y traduzca su energía en acción (así sea la no-acción)."

“La vida no es para especular, no es para escribir, no es para pensar, la vida es para ser vivida” (…) y aquí no hay ningún otro mensaje.

Entonces: tú llegas trabado, dices que no puedes “vivir tu vida…”
y nos encuentras haciendo este trabajo:
abrir algunas puertas de las cuales tú mismo eres todas las llaves (…)
En todo caso estamos frente a una paradoja:
lo que hacemos es lo que no hacemos para que tú hagas lo tuyo."

"En los grupos de TG. con JT. opera en la existencia de los participantes del grupo (incluidos los coordinadores) como una experiencia religante (religiosa, integradora) que puede abrir al individuo, hacia la fuente de su pulso vital interior, única posibilidad para continuar evolucionando."
“La realidad no es dual, lo es nuestra manera de imaginarla” Estamos prisioneros en nuestra propia trama de opuestos. Cuando aproximamos esos extremos, el conflicto se suaviza, se serena, y por esta resquebrajadura va penetrando en nuestra vida la conciencia de unidad."

"El mensaje puede sintetizarse en una sola palabra “¡Suelta!”. No sugerimos ninguna línea de acción como para lograr esto. ¡Suelta! Tú mismo te mantienes amarrado…"

domingo, 12 de junio de 2011

"La batalla interior es titánica
y es contra tu propia oscuridad.
El terapeuta puede ser
el guardián de tus armas,
porque ya conoce el dolor
de su propio combate..."

Kita Cá

miércoles, 22 de septiembre de 2010

No se trata de entender, sino de experimentar...

"La verdad mas bella no sirve de nada si no se ha convertido en la experiencia mas íntima del individuo.
Toda respuesta unívoca, "clara", permanece estancada en el cerebro y penetra en casos muy raros hasta el corazón.
No nos urge "saber" la verdad, sino "experimentarla".

La necesidad imperiosa no es poseer una concepción intelectual, sino encontrar la senda hacia la experiencia interna, no racional y, quizás, inarticulable en palabras..."
(Carl Jung)



miércoles, 18 de agosto de 2010

Escuela de humorismo...

Pintura de Joan Miró
-Este es mi teatro- explicó Pablo, un teatro divertido; es de esperar que encontréis toda clase de cosas para reír. (…)

-Mi teatrito tiene tantas puertas de palcos como queráis: diez, o ciento, o mil, y detrás de cada puerta os espera lo que vosotros vayáis buscando precisamente.

Es una bonita galería de vistas, caro amigo, pero no le serviría de nada recorrerla así como está usted. Se encontraría atado y deslumbrado por lo que viene usted llamando su personalidad.

Sin duda, ha adivinado usted hace mucho que el dominio del tiempo, a redención de la realidad y cualesquiera que sean los nombres que haya dado a sus anhelos, no representan otra cosa que el deseo de desprenderse de su llamada personalidad.

Esta es la cárcel que lo aprisiona.

Y usted, si tal como está entrase en el teatro, lo vería todo con los ojos de Harry, todo a través de las viejas gafas del lobo estepario.

Por eso se le invita a que se desprenda de sus gafas y que tenga la bondad de dejar esa muy honorable personalidad aquí en el guardarropa, donde volverá a tenerla a su disposición en el momento que lo desee. (…)

- Así, Harry, venga usted y esté muy contento. Ponerlo de buen humor, enseñarle a reír, es la finalidad de todos estos preparativos, yo espero que usted se abrevie el camino. (…)

Ahora, sin temor y con cordial alegría, va usted a entrar en nuestro mundo fantástico, empezando como es costumbre, por un pequeño suicidio aparente.

Volvió a sacar otra vez el pequeño espejo de bolsillo y me lo puso delante de la cara (…)

Esta imagen, de la que ya se puede prescindir, tiene usted ahora que extinguirla, caro amigo; otra cosa no hace falta. Basta que usted cuando su humor lo permita, observe esta imagen con una risa sincera.

Usted esta aquí en una escuela de humorismo, tiene que aprender a reír. Todo humorismo superior empieza porque ya no se tome en serio la propia persona.


Miré con fijeza en el espejito, espejito en la mano, en el cual el lobo Harry ejecutaba sus sacudidas: por un instante, sentí yo también unos sacudimientos dentro de mi, muy hondos, calladamente, pero dolorosos, como recuerdo, como nostalgia, como arrepentimiento.

Luego cedió la ligera opresión a un sentimiento nuevo (…) una sensación de aligeramiento de ensancharse el pecho y, al mismo tiempo, de admiración porque no haya dolido.

Y a este sentimiento se agregaba una rozagante satisfacción, y unas ganas de reír irresistible, hasta el punto de que hube de soltar una carcajada liberadora.

Herman Hesse "El Lobo estepario" - Fragmento -

Matisse


"Se puede decir
que nacemos con un
anhelo espiritual,
con un anhelo de transformación
que alguna gente
siente como un llamado
a sanar.”

Claudio Naranjo

miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Resultará más práctico dotarse de una epidermis de verruga que adquirir una psicología de colmillo cariado?

Aunque ya han transcurrido muchos años, lo recuerdo perfectamente.

Acababa de formularme esta pregunta, cuando un tranvía me susurró al pasar:

“¡En la vida hay que sublimarlo todo... no hay que dejar nada sin sublimar!”

Difícilmente otra revelación me hubiese encandilado con más violencia: fue como si me enfocaran, de pronto, todos los reflectores de la escuadra británica.
Recién me iluminaba tanta sabiduría, cuando empecé a sublimar, cuando ya lo sublimaba todo, con un entusiasmo de rematador... de rematador sublime, se sobreentiende.

Desde entonces la vida tiene un significado distinto para mí. Lo que antes me resultaba grotesco o deleznable, ahora me parece sublime. Lo que hasta ese momento me producía hastío o repugnancia, ahora me precipita en un colapso de felicidad que me hace encontrar sublime lo que sea: de los escarbadientes a los giros postales, del adulterio al escorbuto.

¡Ah, la beatitud de vivir en plena sublimidad, y el contento de comprobar que uno mismo es un peatón afrodisíaco, lleno de fuerza, de vitalidad, de seducción; lleno de sentimientos incandescentes, lleno de sexos indeformables; de todos los calibres, de todas las especies: sexos con música, sin desfallecimientos, de percusión!

Bípedo implume, pero barbado con una barba electrocutante, indescifrable.

¡Ciudadano genial — ¡muchísimo más genial que ciudadano!— con ideas embudo, ametralladoras, cascabel; con ideas que disponen de todos los vehículos existentes, desde la intuición a los zancos! ¡Mamón que usufructúa de un temperamento devastador y reconstituyente, capaz de enamorarse al infrarrojo, de soldar vínculos autógenos de una sola mirada, de dejar encinta una gruesa de colegialas con el dedo meñique!...

¡Pensar que antes de sublimarlo todo, sentía ímpetus de suicidarme ante cualquier espejo (…)!

Que otros practiquen —si les divierte— idiosincrasias de felpudo. Que otros tengan para las cosas una sonrisa de serrucho, una mirada de charol.

Yo he optado, definitivamente, por lo sublime y sé, por experiencia propia, que en la vida no hay más solución que la de sublimar, que la de mirarlo y resolverlo todo, desde el punto de vista de la sublimidad.


Oliverio Girondo