Fragmentos del libro
"La multiplicación de los espejos".
(Kita Cá y Elsa Lanza)
"Los ingredientes no son nuevos: por un lado la Psicoterapia Gestáltica y por el otro los Juegos Teatrales. Tal vez lo creativo estuvo en como se fue integrando y a su vez como esto nos fue transformando a nosotras."
"Un niño que no juega se enferma, pero un adulto que no juega, también se enferma, inmerso, prisionero en una red de roles, limitado por su quehacer y por el lugar que ocupa en la situación social que le toca vivir."
"Así nos fuimos dando cuenta que al actuar los roles, las personas se liberaban de inhibiciones. En escena, estas inhibiciones representaban obstáculos, mandatos que se mantenían vigentes y les iban diciendo que podían o no, ver, oír, pensar, hacer.
Por supuesto que tales mandatos permanecen inconscientes y la persona cree que está decidiendo por sí misma, cuando en realidad esas voces la están dirigiendo."
"En los personajes de las escenas teatrales se recrean situaciones, gestos, expresiones de la vida cotidiana, onírica, anímica, que son comunes a todos. (...)
Al entrar en acción dentro de una escena, todos los elementos –gestos, emociones, pensamientos– adquieren actualidad y vibran, se revitalizan."
"Nosotras mismas fuimos alcanzadas por las escenas, vimos, como fuera del grupo, en cualquier circunstancia de la vida cotidiana, algo podía hacer resonar esas “cuerdas” que habíamos afinado en el trabajo terapéutico con escenas."
"Hay personajes que sentimos acordes, otros nos disgustan, pero muchas veces son estos los que encierran a la mayor riqueza y nos dan la respuesta a las cuestiones que la vida nos plantea. Forman parte de nuestra sombra."
"Es a través de la acción que se rescata lo positivo del rol rechazado."
"Otros de los sentimientos es el ridículo, el ridículo libera y permite atravesar la capa de roles socialmente “admitidos" y llegar a lo mas auténtico de nosotros mismos."
"Fuimos experimentando con las escenas, de esa forma nos hemos adentrado en una suerte de alquimia, ocupar el lugar del otro, vestirse como el otro, moverse como él, era descubrir aspectos míos desconocidos o evitados (…)
Era como cambiar de dimensión sin perder la identidad y sin embargo, no sentirse uno mismo."
"Hasta ahora nuestra tarea ha consistido en tratar de que “el otro” se de cuenta y traduzca su energía en acción (así sea la no-acción)."
“La vida no es para especular, no es para escribir, no es para pensar, la vida es para ser vivida” (…) y aquí no hay ningún otro mensaje.
Entonces: tú llegas trabado, dices que no puedes “vivir tu vida…”
y nos encuentras haciendo este trabajo:
abrir algunas puertas de las cuales tú mismo eres todas las llaves (…)
En todo caso estamos frente a una paradoja:
lo que hacemos es lo que no hacemos para que tú hagas lo tuyo."
"En los grupos de TG. con JT. opera en la existencia de los participantes del grupo (incluidos los coordinadores) como una experiencia religante (religiosa, integradora) que puede abrir al individuo, hacia la fuente de su pulso vital interior, única posibilidad para continuar evolucionando."
“La realidad no es dual, lo es nuestra manera de imaginarla” Estamos prisioneros en nuestra propia trama de opuestos. Cuando aproximamos esos extremos, el conflicto se suaviza, se serena, y por esta resquebrajadura va penetrando en nuestra vida la conciencia de unidad."
"El mensaje puede sintetizarse en una sola palabra “¡Suelta!”. No sugerimos ninguna línea de acción como para lograr esto. ¡Suelta! Tú mismo te mantienes amarrado…"